Nunca Me Quedo Sin Maná – Capítulo 17

Capítulo 17: Hacia cotas más altas (4)

 

Traducción/Edición: Unknown Soldier

Alrededor del portal iluminado por luces moradas, ya había 30 Despertados.

¡La intensidad de las vibraciones provenientes de los marcadores del portal marcan 13! Por tanto era un portal de nivel 13.

La mayoría de ellos eran de clase guerrera, sosteniendo espadas y lanzas o hachas y lanzas y algunos sanadores que sostenían báculos y escudos.

Ellos deben de ser gente que cazaba en las mazmorras de nivel 12 por lo que deberían ser Despertados de nivel 45 a 60.

En vez de correr hacia allí, decidí observar la situación.

Tenía la información, pero necesitaba tener cuidado ya que esta era mi primera batalla real.

[[NT: Con batalla real quiere decir que no es una que esté capada por las normas de la mazmorra si no una en la que todo vale.]]

Fue entonces.

-Risa lasciva.-

Se escuchó una aguda risa femenina, que casi me provoca pesadillas.

Por suerte no llegué tarde.

La fuente de la risa era una ‘súcubo’.

Por lo que pude ver, una súcubo es un monstruo con forma de muñeca que parece una chica con dos pequeños cuernos en su cabeza, unas alas a su espalda y una cola.

La risa terminó y las súcubos empezaron a salir del portal.

Los Despertados alrededor del portal apretaron sus empuñaduras firmemente y se prepararon para la lucha.

“¡¡No les hagáis nada a los cadáveres!!”

*¡UUOOOOOOOOOOO!*

“Hagámoslo bien”

Varios Despertados rodearon la entrada del portal moviendo sus armas contra la horda de súcubos que salían.

-Cortando y Rajando.-

¿Me han notado? De vez en cuando noto como si estuviera siendo observado.

Fácilmente los súcubos derramaban sangre roja y eran cortados en pedazos

cayendo uno tras otro sin poder avanzar más de cinco metros.

Esto no era una sorpresa ya que estos cazadores veteranos terminaban las mazmorras de nivel 12 sin problemas.

Con muchos años de experiencia en combate, debían de ser capaces de tener esa destreza.

Sin embargo no todos eran veteranos.

Unos pocos cazadores no tenían experiencia y seguían la promesa de la recompensa.

Me di cuenta de que algunos con sólo mirarlos se podía saber que eran inútiles.

-Sonido de pisadas.-

En un momento, los Despertados avanzaron.

Pero entonces…

-Sonido de pisar cosas.-

Unas cuantas personas con pinta de idiotas pisaron los cadáveres de los súcubos.

Tan pronto como el sonido fue creado, los cazadores en el frente se giraron y les miraron.

Y entonces…

“¡Quien ha sido el gilipuertas que ha pisado los súcubos!”

Todos miraron el cadáver del súcubo poniéndose nerviosos ya que la habían cagado con algo de vital importancia.

Siguiendo sus miradas yo también miré los cadáveres de los súcubos.

En ese momento…

De los cadáveres maltrechos de los súcubos salió una luz roja que empezó a dar vueltas a su alrededor.

La luz salió disparada hacia aquellos que pisaron los cadáveres.

-Apuñalamiento.-

-Gritos de dolor.-

Al ver esto el terrorista de la moda gritó.

“¡Esto se ha vuelto peligroso! ¡Atentos de una puta vez!”

Los otros, al escuchar los gritos, usaron sus habilidades y apuñalaron con sus armas las luces rojas incrustadas en las espaldas de los caídos.

De acuerdo con la estrategia de una mazmorra de nivel 13, uno podía bloquear las luces pero con una fuerza mediocre no se podían cortar o rajar.

Las luces incrustadas se conectaron a los cuerpos de los otros súcubos como una plaga, los cuerpos de los Despertados que habían caído empezaron a deteriorarse.

Parecía ser que la sangre estaba siendo absorbida de los cuerpo de los Despertados para recuperarse.

-Más gritos con pánico.-

Los sanadores cercanos usaban la magia de recuperación sin conseguir resultados.

Era como poner agua en un veneno.

A diferencia de los Despertados que encogían continuamente, los súcubos caídos se levantaron siendo incluso más grandes que antes.

Sólo uno o dos cadáveres fueron pisados, y aun así, todos los súcubos se infectaron.

“¡Subnormales! ¡Gracias a los novatos, todos vamos a morir! ¡Es el ‘renacer de los súcubos’! ¡Preparaos!”

Teniendo en cuenta la velocidad de los súcubos, escapar era imposible. Sólo podíamos luchar contra ellos.

Aquellos que perdieron la vida y se volvieron a levantar eran dos veces más fuertes que antes.

Era un fenómeno que ocurría cuando a los caídos se les sometía a algún tipo de fuerza física (pisarlos).

Fui capaz de ser testigo del ‘renacer chupasangre’ de los súcubos del que hasta ahora sólo conocía por los libros.

En las estrategias para terminar una mazmorra de nivel 13, no tocar los cadáveres de los súcubos era algo crucial.

Mientras estás inmovilizado en medio de los monstruos cabreados era mucho mejor sentarse y no hacer nada que enfrentarse al renacimiento de los súcubos.

De lo que fui testigo no fue simplemente el renacimiento de los súcubos.

-Gritos de dolor.-

“¡Po-por favor, déjame vivir…!”

La gente se estaba muriendo patéticamente delante de mí.

No los monstruos, si no la gente como yo se estaba muriendo.

Yo había cometido genocidios de monstruos, pero esta era la primera vez que veía a la gente morir.

-Bleearghh…(Vomitando)-

Al ver esa escena vomité sin darme ni cuenta.

Sólo podía mirar a esa escena cruel sin poder hacer nada.

Por detrás estaban los súcubos renacidos, mientras que por delante venía una oleada de súcubos desde el portal.

Sin lugar a dudas, este lugar se había convertido en un infierno en vida.

Los revividos giraban rápidamente, troceando a los Despertados con sus colas y alas.

-Cortes y desgarros.-

Gracias al error de los Despertados que se habían cegado con la promesa de la recompensa, todo el grupo estaba siendo sacrificado.

En minutos la situación había dado un giro de 180º.

Todos forcejeaban contra ellos.

No por el dinero, si no por sobrevivir.

Ya que la situación había llegado hasta este punto, los miembros enviados de la asociación sólo esperaron.

El hombre que vino conmigo maldecía apuñalando súcubos.

Su grito me despertó de mi trance provocado al ver los cadáveres humanos.

Su grito iba dirigido directamente hacia mí.

“¡Malditos trozos de mierda! ¡Muere! ¡Muere! ¡Niño! ¡No te quedes mirando y sal corriendo de aquí!”

Al recuperarme de mi duda momentánea, me puse el anillo de calavera de mi bolsillo y corrí como un loco hasta el portal.

“¡’Escudo Helado’!”

Mientras corría usé Escudo Helado.

Corrí hacia los Despertados que estaban en una encrucijada por culpa de los ataques de los súcubos revividos.

Después agarré una espada sin dueño y una alabarda con cada mano y bloqueé la entrada del portal.

Si usaba ‘Ojo de la Tormenta’, los Despertados con una defensa mágica baja se verían afectados, así que por eso sólo usé ‘Espada Penetrante’. Bueno, aunque no hubiera gente a mi alrededor estos súcubos no se verían afectados por una habilidad mágica de todas formas.

De repente, una increíble cantidad de espadas y alabardas se dispersaron como en una oleada.

Era una cantidad que podía bloquear el portal perfectamente.

-Sonidos de armas volando.-

“¡No te preocupes por el portal y cubre la retaguardia!”

“¡Estás loco! Te dije que echaras a correr, ¿Pero en vez de eso te quedas para morir aquí? ¡Corre chico!”

“…”

Puede que viera algo en mis ojos cuando le miré en silencio ya que paró de hablarme y apuntó su espada hacia la retaguardia.

¡Los supervivientes sólo eran 12! Estaba manteniendo mi posición utilizando Espada Penetrante continuamente, así que no había posibilidad alguna de pisar un cadáver por equivocación.

A pesar de nuestras diferencias, ellos eran gente como yo.

La mayoría tendría una familia y algunos tendrían algunas responsabilidades de las que encargarse o proteger.

No tenía ninguna intención de ser un hombre de la justicia.

Pero al menos por hoy…

“¡Os cortaré en pedazos y acabaré con vosotros!”

 


 

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