Kujibiki Tokushou: Musou Harem Ken – Capítulo 33

Capítulo 33: El té se bebe antes de que se enfríe
 

Traducción/Edición:Unknown Soldier

 

Por la mañana, mientras me tomaba el desayuno, Nana entró.

Al llevar puesto tanto su armadura blanca como su larga espada le daba un look duro.

 

 

[¿Todo bien? ¿Al despertarte?]

[Estoy bien.]

 

 

La mires como la mires, sus rodillas siguen temblando pero ella actúa con normalidad.

Tiene un coraje increíble.

 

 

[Ya veo. Bueno, si se te hace muy cuesta arriba no te sobreesfuerces y descansa. Si veo esa mirada energética tuya puede que quiera atacarte, así que dime cuando realmente no puedas ya que eso también me ayuda a mí.]

 

[Gr-gracias por su consideración.]

 

 

Nana se sorprendió un poco.

Justo después de eso se colocó diagonalmente detrás de mí.

Con su espalda bien recta y una mano sobre su espada.

Es como una guardaespaldas.

 

 

[Deberías sentarte también.]

[Pero.]

[Dentro de la mansión eres mi mujer. Como juntos es uno de tus deberes.]

 

 

Cuando enfaticé su deber, Nana dijo ‘En ese caso’, se quedó convencida y se sentó. Tal y como pensé, con so en su mente actuaba como una guardaespaldas.

Ella es muy directa y fácil de entender. Esa parte de ella también es una monada.

Con Miu sirviéndonos, Nana y yo desayunamos sin hablar de nada, fue una desayuno silencioso.

 

 

[Buenos días.]

 

 

Esta vez  fue Delfina la que vino. Ella también tiene su look de mercader formal.

 

 

[Buenos días, y siento lo de ayer.]

 

[Me sorprendí con eso. No pensé que me fueras a recoger solo vistiendo una toalla en tu cintura. Pensé que había pasado algo.]

[Fue porque estaba en medio de la cuarta ronda.]

[Después de eso, ¿Cuántas más hicisteis?]

[¿Ocho?]

 

 

Nana se ruborizo y se quedó callada. Era embarazoso por lo que no dijo nada pero fue un sí silencioso.

 

 

[Eres buena por ser capaz de aguantar tú sola.]

[¿Usted… también?]

[Sí. Ahora que lo pienso, no he presentado. Me llamo Delfina Homer Lanmari.]

[Yo soy Nana Kanou. Delfina…¿No me digas que ‘esa’ Delfina?]

[Sí, esa Delfina a la que le pedisteis los fondos.]

[…]

 

 

Nana puso una cara de sorpresa y me miró.

En ese momento me interesó su conversación.

 

 

[¿A qué te refieres con lo de pedir fondos?]

[La armada rebelde… ahh, sólo yo les llamo así, ellos me pidieron el dinero a mí. Por supuesto, ellos presentaron mucho de vuelta cuando tuvieron éxito.]

[¿Entonces los diste los fondos?]

[Que va.]

 

 

Delfina se rió.

 

 

[La rebelión esta vez tenía muchas conexiones con Helen-denka. Es por eso que estaba clarro que Yuuki-sama aparecería en cualquier momento. Poner la ficha en el bando que claramente iba a perder es como tirar el dinero.]

[Me molesté mucho esa vez cuando nos rechazaste… pero al ver esto ya se porqué.]

 

 

Dijo Nana mirándome.

 

 

[Si ya conocías a Aruji, es normal decidir eso.]

[[NT: Forma muy formal de decir ‘mi Señor’]]

[En vez de eso, a Helen-denka… no, estaba epensando como tener al reino Mercouri en deuda.]

 

 

Delfina dijo eso y me miró como dándome a entender algo.

 

 

 

[Qué tengo que hacer.]

 

 

Le pregunté sin rodeos.

 

 

[Yuuki-sama debería liderar el ejército… y por favor acaba con la rebelión.]

 

 

Delfina hizo una sonrisa que parecí que las flores iban a florecer. (Más tarde supe que esa sonrisa suya era señal de que estaba completamente segura de algo.)

 

 

 

 

A las afueras de Euboi.

Llevé a las tres: a Nana, Delfina y Miu. Liderando un ejército de 300 hombres me enfrentaba a la armada rebelde con 1500 hombres.

La armada rebelde estaba bastante consternada por lo que pude ver desde lejos.

 

 

[Llamar a la rendición en tu nombre tiene este efecto eh]

 

 

Le dijo a Nana que estaba a mi lado.

 

 

[Siento no haber servido del todo.]

[Eso es suficiente desuwa, en primer lugar, no pensaba que se fueran a retirar sólo por eso. Esos soldados son seguramente el ejército privado de los clanes poderosos. Ellos son los que tienen a sus familias en su tierra.]

[Entonces, lo hiciste sólo para que estuvieran inquietos.]

 

 

Pregunté a Delfina.

 

 

[Eso es desuwa.]

[Ya veo, entendido. ¿Y estos 300 hombres?]

[No hay ningún problema si piensas que son mercenarios que he contratado.]

[Porque has hecho eso deliberadamente. En Euboi debe de haber al menos 500 soldados.]

[Si usara esos soldados para subyugar la rebelión, no sería un logro, no estarán en deuda conmigo así. Quiero aplastarlos con mi propio poder.]

[Ya veo.]

 

 

Si eso es así estoy convencido.

 

 

[¿Entonces debería aniquilar eso?]

[¿Qué piensas de eso desuno?]

 

 

Delfina preguntó a Nana por su opinión.

 

 

[Lo que vemos es la bandera de Aeros. Aeros es la fuerza principal del ejército rebelde, después de aplastarlos sólo quedarían pequeños bandos.]

[Bajo la bandera esta ese Aeros-no-se-qué.]

[Sí.]

[Preguntaré por si acaso, ¿Qué pasaría si mato al general? ¿Se quedarían devastados? ¿O no tendría efecto?]

 

 

Como no se el conocimiento de este mundo lo pregunté.

Si  sigue el patrón del Periodo Bélico, ese en el que si el general cae todo se empieza a venir abajo (como pasó con Imagawa Yoshimoto) o si no iba a tener efecto alguno, tenía curiosidad por saber qué pasaría.

 

 

[Si Aeros es derrota será devstador.]

[Entendido.]

 

 

Entonces debería ir y cortarle eh.

 

 

[Señor, el té está listo.]

 

 

Cogí el té que me hizo Miu y lo probé.

 

 

[¡Cómo quema!]

 

 

 

Estaba tan caliente que pensé que se iba a quemar la lengua.

 

 

[¡Lo siento! Como estamos fuera no estoy acostumbrada.]

[Ahh, no pasa nada.]

 

 

Dejé el té y agarré a Eleanor.

 

 

[Me voy un momento.]

 

 

Diciendo so dejé a las mujeres que habían puesto caras raras y me teletransporté.

El lugar que elegí fue justo debajo de la bandera de Aeros. En medio de las líneas enemigas.

 

[¿¡Qué!? ¡Quién eres!]

 

 

Un soldado enemigo que me encontró gritó de repente.

 

Miré a mi alrededor y vi a un hombre de mediana edad con una armadura muy nueva y una espléndida barba.

 

 

[Tú eres Aeros eh.]

[Sí lo soy ¿quien es el que pregunta?]

[Yuuki Kakeru. Me conocerás si digo que soy el portador de la espada demoníaca.]

[Eres el que engañó a la mismísima Nana. Justo a tiempo, no sé como has conseguido llegar hasta aquí pero si te derrot—-]

[Tu fantochada dura demasiado.]

 

 

Un flash.

Moví a Eleanor y corté la cabeza de Aeros.

Fue tan de repente que la gente no tuvo tiempo de enterarse de lo que había pasado.

Recogí la cabeza de Aeros y me teletransporté de vuelta.

 

 

[Ya he vuelto. ¿Con esto es suficiente?]

 

 

Nana sin sorprenderse asintió.

 

 

[En ese caso ya está todo arreglado.]

 

 

Le di la cabeza a un soldado y cogí el té.

Antes estaba ardiendo pero ahora se podía  beber.

 

[Nana, ¿Puedo pedirte que hagas el resto?]

[¡Sí!]

[En ese caso cuento contigo.]

 

 

Cuando dije eso, los 300 hombres liderados por Nana cargaron al ataque.

 

Ella consiguió abrumar a su oponente que seguía confundido por la pérdida de Aeros, yo mientras tanto lo miraba mientras me tomaba mi té y le hacía *MofuMofu* a Miu.

 

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